«Hemos formado un bloque muy potente para las Vueltas»

Los comienzos del actual equipo Lizarte se remontan a 1993 cuando Manolo Azcona creó la Asociación Deportiva Galibier. Con el apoyo de ACR nació una escuadra que en estos años ha formado a veinticuatro profesionales y que aspira a seguir haciéndolo con el soporte de Lizarte. El director navarro repasa el pasado, presente y futuro de un club que cumple veinte años en la categoría amateur.

 

En poco más de dos semanas el equipo estará funcionando al cien por cien con la disputa de las primeras carreras, ¿qué se hace en estas fechas para que esté todo a punto?

Una vez cerrada la plantilla estamos terminando de preparar todo el material. Ya tenemos las bicicletas montadas y el diseño del maillot definido para que ambas cosas estén listas para la concentración que haremos unos días antes de la presentación, el 11 de febrero, una semana antes del Circuito del Guadiana en el que debutaremos.

 

La experiencia de dos décadas desempeñando la misma labor de pretemporada tiene que dar cierta tranquilidad…

La experiencia es importante en cualquier faceta de la vida. Cuando llevas poco tiempo vas más torpe y encuentras muchas dificultades, pero en mi caso la monotonía de tantos años cerrando fichajes, preparando la ropa y las bicicletas hace que sea una labor más cómoda y más fácil.


¿Cómo surgió la idea de crear la Asociación Deportiva Galibier y el equipo amateur?

Antes de montar mi propio equipo estaba como director en la Peña Ciclista Alas, pero tenía la ilusión de dirigir un club más grande. En 1993 fundé la A.D. Galibier con la ilusión de tener equipos más competitivos, poder fichar extranjeros y optar a objetivos más importantes. Empezamos con el patrocinio de Construcciones ACR y en los siete años que estuvieron con nosotros conseguimos grandes victorias por todo el país e incluso en el extranjero.

 

¿Ha cambiado mucho la categoría élite-sub23 en estas dos décadas?

Sí. Sobre todo ha cambiado la mentalidad de los corredores. En general, a mediados de los ’90 los ciclistas amateurs eran más peleones, tenían más pasión por ser ciclistas y pasar a profesionales. Hoy en día se corre con mucha más tranquilidad, aunque por supuesto sigue habiendo algunos chicos con ese hambre por triunfar y pasar a la máxima categoría.

 

¿Qué ciclistas te han impresionado más en este tiempo?

No sabría quedarme con uno solo. Por nuestro equipo han pasado grandes ciclistas como Claus Michael Møller, Joseba Beloki, Isidro Nozal, Benjamín Noval, José Luis Butini o José Luis Urdiáin que nos hicieron conseguir muchos triunfos. Pero también he conocido los comienzos de los Alberto Contador, Alejandro Valverde, etcétera, toda esta gente que ahora está triunfando a nivel mundial y que un día fueron contrarios nuestros.


¿Cuál ha sido tu mejor momento como director?

No creo que haya habido mejores ni peores momentos porque cada año es diferente. Es cierto que en la época de ACR conseguimos juntar un grupo de quince ciclistas muy importantes y ganamos muchísimas carreras, pero por ejemplo en este último año hemos alcanzado una actitud como equipo muy buena sin conseguir tantos triunfos individuales.

 

¿Es el paso a profesionales de un corredor el mejor premio para un equipo como Lizarte?

A nivel personal, sí. En un equipo como el nuestro es algo que está ahí, aparte de difundir nuestro patrocinador como ahora es Lizarte, una de las metas cada año es conseguir pasar a algún corredor a profesionales. Al final somos una cantera y si no van subiendo corredores para arriba es un pequeño fracaso, si bien es verdad que cada vez es más complicado conseguirlo.

 

Los últimos en dar el salto han sido Andrey Amador, Javier Iriarte y Enrique Sanz, demostrando una rápida adaptación al WorldTour y a Movistar Team. ¿Te lo esperabas?

No me ha pillado por sorpresa. Amador creo que va a ser un ciclista grande porque tiene unas condiciones tremendas y lo ha demostrado con los Giro y Tour que ha corrido. Sanz ha logrado su primera victoria siendo muy joven porque es un ciclista con muy buen final que sabe leer a la perfección las carreras. Respecto a Iriarte lo mismo, son corredores con una calidad especial.

 

¿Es sencillo saber donde puede estar el límite de un ciclista sub-23?

No es nada fácil. Hay ciclistas que con 20 o 21 años demuestran tener mucha calidad, pero luego hay que seguir dando pasos para no quedarse en ese nivel. Pero bueno, está claro que el anda con esa edad es el que tiene papeletas para seguir progresando.


En 2012 se incorporan ciclistas con cierto bagaje en amateurs como Higinio Fernández, Andrés Sánchez o Antonio Pedrero, ¿qué pueden aportar al equipo?

Con estos fichajes vamos a formar un bloque muy potente para las vueltas como Circuito Montañés, Navarra, Salamanca o Toledo. En 2011 tuvimos bastantes jóvenes, pero este año creo que hemos completado un equipo bastante fuerte para estas carreras.

 

En la plantilla se distinguen dos grupos, uno élite experto y uno sub-23 bastante novato con hasta diez sub-21, ¿qué objetivos va a tener cada uno?

Van a coincidir en varias competiciones a lo largo del año, por ejemplo en pruebas de un día, pero a las vueltas más importantes vamos a llevar a la gente más hecha. Esto va a venir bien a los jóvenes para que vayan más tranquilos, aunque también van a tener sus oportunidades en carreras por etapas como Bidasoa o Palencia.


La Vuelta a Navarra siempre ha sido el momento central de la temporada, ¿lo va a seguir siendo?

La vuelta de casa es la que todos queremos vencer y la que nos produce especial ilusión. Los primeros años con ACR llevamos unos equipos potentísimos pero no pudimos ganarla hasta que en 2003 lo logramos con Santiago Segú como Gráficas Ona. Va a ser nuestro objetivo principal sin olvidar el resto de vueltas.